martes, 24 de diciembre de 2013

Hoy que naces




Extraño, bello, frágil, contingente,
oculto y silencioso en lo profundo,
anónimo en la noche y en el mundo,
te haces uno más entre la gente.

Alientas con tu llanto generoso
la espera de la tierra y de los hombres.
Cercenas bajo el filo de tu nombre
la plácida doblez del poderoso.

Hoy que naces, sin prisa, sin tardanza,
acercas a la lumbre de esta casa
el barro de tu pan y tu justicia

y los dedos, rendidos de esperanza,
se hunden, sudorosos, en la masa:
semilla, levadura, sal, caricia.








1 comentario:

  1. Gracias Álvaro por tu entrada,
    Por el Arte, por cultivar y enseñarnos a valorar la belleza. Vamos haciendo camino y ese es el verdadero regalo. Seguiremos intentando descubrir a Dios en todas las cosas; esa Presencia, que en ocasiones es tan sutil, pero que sin duda da razón a nuestras vida.
    ¡¡Disfruta!!
    Un fuerte abrazo

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